Cap.64:
Dos semanas después…
Cuenta Peter:
Me encontraba en mi habitación colgando en la pared una foto
de Bariloche en la que estoy con todo mi curso. Aunque no me lleve bien con
todos y hayan diferencias, los quiero y el año que viene los voy a extrañar.
Incluso voy a extrañar las peleas y discusiones en el curso. Fue un lindo viaje
y con algunas personas que quizás mucho no me llevaba, me empecé a llevar.
Capaz no tenía la misma confianza que tengo con mis amigos, pero si alguno me
necesitaba, yo estaba allí, y ellos estaban para mí.
A pesar de mi pequeño accidente, y que no pude esquiar
más, la pasé increíble y me divertí
mucho. Mis amigos son los mejores del mundo, son esos hermanos que me regaló la
vida, los que elegí yo. Y sin ellos nada hubiera sido lo mismo. Me traje de
allá muchas risas y muchos recuerdos que van a vivir siempre en mí. A Eugenia
la adoro con todo mi ser, es la mejor amiga que alguien puede tener. Me cuidó,
me acompañó cuando era la hora de esquiar y me controló para que no vuelva a
tomar alcohol. Todo eso además de abrazarme, sacarme sonrisas y hacerme sentir
bien.
Ya pasaron dos semanas y sigo pensando que seguimos allá,
quisiera poner rebobinar y que vuelva a empezar el viaje. Pero la realidad es
que ya era un recuerdo y ahora estábamos acá y había que ponerse las pilas con
el estudio porque estábamos hasta las manos de exámenes. Igualmente no
estábamos para nada tranquilos, seguíamos entusiasmados y ahora tachábamos los
días para la fiesta de egresados. Ya teníamos el disfraz decidido y casi todo
listo, sólo quedaba esperar a que llegara el día.
En estos momentos tenía que estar entrenando, pero todavía
no me había recuperado de los cortes, y no podía. Me sentía un completo idiota,
y quería sacarme todas las vendas e ir corriendo a la cancha. Mis papás estaban
trabajando y mis hermanas ni idea, pero no estaban. El estar solo en casa me
deprimía, porque me hacía recordar que Lali estaba lejos, y que la extrañaba
mucho. Me preguntaba si faltaba mucho para volverla a ver y si podía aguantar
mucho tiempo más sin ella. Hace unos días escuché su voz, tuvimos una
conversación telefónica que duró aproximadamente dos horas. Teníamos demasiadas cosas para contarnos,
aunque la mayor parte del tiempo fue una mezcla de “te amo” con “te
extraño”. Al menos de esa forma la
sentía un poquito más cerca.
Cuenta Lali:
Estaba viviendo un momento raro pero hermoso a la vez. Hace
una semana que mamá estaba conviviendo con nosotros y los tres estábamos
aprendiendo, de a poco, a ser una familia. Por suerte toda la parte legal había
salido bien y mamá pudo salir de ese encierro no correspondido.
Me hacía tan bien tener a mis papás tan cerca y poder
llevarnos bien, o al menos intentarlo. Entre ellos las cosas estaban
congeladas. No volvieron a estar juntos y creo que no piensan volver. De hecho,
están buscando otra casa para poder vivir separados. Hablé mucho con ellos
estos días y me hizo muy bien, además compartimos momentos únicos. Son aquellos
momentos que yo le llamo pequeñas grandes cosas. Porque aunque sea poder pasar un
ratito los tres juntos, conversando de algo, a mi me hacía feliz. No éramos un
ejemplo de familia, no éramos perfectos, pero nos estábamos aceptando y
valorando estos momentos que nos daba la vida. Al fin y al cabo eran las dos
personas que me habían traído al mundo, y si bien tuvieron sus errores,
pudieron cambiar, y yo los quería mucho. Son lo que son y yo los acepto así,
tal cual.
A mi primo ya lo estoy extrañando, la semana que se quedó
pasó volando. Es lo mejor que hay, lo adoro con toda mi alma, es el hermano que
nunca tuve. Apenas le conté que estaba embarazada me abrazó fuerte y me
contuvo, porque me puse a llorar como una idiota.
Con Peter hablé hace unos días y está todo bien. Al
principio no quería hablar porque estaba
algo enojada y celosa por sus aventuras en el viaje. Pero después se me pasó,
porque entendí que estaba bien y que estaba en su derecho de hacerlo; además,
yo lo había autorizado. Y aparte porque antes tuve una conversación con Euge y
me contó bien como fueron las cosas. Me preocupó mucho el hecho de que haya
vuelto a caer en su adicción, y también que se haya lastimado. Me hizo tan bien
hablar con él, escuchar su voz. Lo extrañaba demasiado y nada me hacía mejor
que sus “te amo”. Lo del embarazo todavía no lo sabe, no se lo pude decir y
tampoco quise. Es algo que no me parecía apropiado para contárselo por
teléfono, es algo que se dice mirando al otro fijo a los ojos y compartiendo el
sentimiento. Así que decidí esperar, aunque tal vez cuando se lo pueda decir ya
ni haga falta las palabras porque mi panza ya va a haber crecido.
Cuenta Peter:
Llegó la noche. Almorcé junto a mi familia y luego subí a mi
habitación. Me recosté sobra la cama con las hojas para repasar para el examen
de mañana, necesitaba aprobar si o si. Cuando terminé se acercó Alai y se
acostó a mi lado. Le iba a decir algo de mala manera y sacarla, pero cuando la
miré a los ojos me di cuenta que estaba triste y que necesitaba hablar con
alguien. Me reincorporé, quedando sentado, y me interesé en saber como estaba.
La verdad que era una pendeja histérica, caprichosa, rebelde, contestadora e
insoportable…pero la adoraba y no la podía ver mal.
Cuenta Lali:
Valija terminada. La dejé en un rincón de la habitación y me
acosté en la cama. Era hora de dormir y descansar. Mañana me esperaba un gran
día, mañana comenzaba la gira, iniciaba mi sueño hecho realidad.
Cuenta Peter:
6:45 am sonó el despertador. Tenía tanto sueño, que si no
fuera por el examen y porque ya no me quedan faltas, me quedaría durmiendo. Me
puse el uniforme, agarré la mochila y me fui junto Alai al colegio. El examen
lo teníamos a la segunda hora, así que en la primera estuve repasando.
Una semana después…
Cuenta Lali:
Increíble show, increíble sensación de estar arriba de un
escenario con un público de un gran número de personas. Me hallaba en la
habitación del hotel, descansando un poco. Al agarrar el celular vi que tenía
un par de mensajes de Peter, le contesté y me propuso hablar por Skype. Le
respondí que sí, pero que me banque unos segundos que prendía la notebook y
conectaba el wifi.
Cuenta Peter:
Ya sentado frente al monitor. La extrañaba mucho y tenía
ganas de verla, aunque sea por una camarita. De pronto vi que se conectó y la
llamé.
-¿Me ves y me escuchas bien?- me preguntó
-Sí, perfecto- le respondí- ¿Vos a mi?
-Si, también- me respondió- ¿En qué andabas?
-Terminando de estudiar para mañana, tenemos prueba de
química- le conté- ¿Vos? ¿Cómo va todo por allá?
-¿Y como te está yendo? ¿Levantaste las materias que tenías
bajas? – se interesó- Yo re bien, es increíble esto.
-Si, en eso estoy- le respondí- Mira esto- le dije corriendo
la cámara y mostrándole la foto que tenía colgada en la pared
-Ay que linda foto, me encanta- le dije- Después quiero ver
todas las que sacaron
-Sí, después te las muestro- le dije volviendo a poner la
cámara bien- ¿Cómo haces para estar cada día más linda?
-¿Ese es el chamuyo que usabas para levantarte flacas en
Bariloche?- me preguntó
-No seas mala- le dije- Tengo ojos solo para vos
-Mejor dejemos el tema ahí- me dijo- Hola Luz- agregó
mirando para atrás mío
-¿Qué haces acá vos?- le pregunté al darme cuenta de su
presencia
-Ay Peter, dejala- me dijo- ¿Cómo estás?
-Hola Lali- le dijo ella- Bien, ¿vos? ¿Cuándo volves? Te
extraño
-Ay, yo también te extraño-le respondió- En unos meses estoy
por allá y voy a verte
-Me voy a hacer la tarea- dijo Luz yéndose
-No es la única persona que te extraña- le dije- ¿Cuánto
tiempo más tengo que esperar?
-Yo también te extraño, amor. Y mucho- me dijo tiernamente-
Cada vez falta menos.
Seguimos un rato largo hablando y después nos despedimos.
Cada uno tenía que volver a sus cosas.
Importante! Perdón que no suba tan seguido, estoy a mil con parciales en la facultad. Gracias por leer y por todos los comentarios! Que anden bien. ¡Hasta el próximo capítulo! Gracias por las 77.532 visitas del blog.
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