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martes, 27 de agosto de 2013

Novela laliter. Capítulo 54


Cap.54:

Cuenta Lali:

Abrir los ojos y tener al lado al amor de mi vida, no tiene precio. Eran las 7 de la mañana y no me pude volver a dormir. Lo observé a Peter que estaba totalmente dormido y luego miré al techo mientras pensaba. Realmente me preocupaba lo de mi mamá. No quería que este más en la cárcel, ella era inocente. Tenía que hablarlo con papá así juntos hacíamos algo, pero no sabía por donde empezar a contarle. ¿Cómo le decía que mamá lo había engañado con mi ex? Era todo muy bizarro. Lo de volver a Buenos Aires…ese era otro tema que también me preocupaba. Me levanté de la cama intentando no despertar a Peter y bajé a tomar algo. En la cocina me encontré con mi papá que estaba desayunando. Creo que había llegado el momento de contarle.


Cuenta Peter:

Me desperté y me di cuenta que estaba solo en la habitación.  Miré por la ventana, estaba hermoso el día y hacía calor. Que ganas de quedarme más día, no quería volver a la rutina. El reloj marcaban las 9. Bajé las escaleras y me dirigí a la cocina. Ahí estaba Lali preparando el desayuno.

-¿Ya te levantaste?- me preguntó al verme- Te lo iba a llevar a la cama.

-Si queres me vuelvo a acostar y me lo traes – le respondí con una sonrisa

-Que tarado- comentó y se río- ¿Dormiste bien?

-Si, re bien- respondí- ¿Vos? ¿Madrugaste?

-Si, me desperté a las 7. Igual me vino bien porque pude hablar con papá- me dijo apoyando el desayuno en la mesa y sentándose

-Genial entonces- le dije sentándome- ¿Cómo se lo tomó?

-Maso menos. Pero me va a ayudar a sacar a mamá- me dijo- Va a contratar a un abogado.

-Me parece bien, hay que sacarla de ahí cuanto antes- le dije- ¿Tu papá salió?

-Sí, se fue a sacar los pasajes y a trabajar – me respondió

-Osea que estamos solos, sin nadie que nos interrumpa y podemos terminar lo que empezamos ayer- le dije terminando de comer una medialuna y mirándola fijo

-Sí, digamos que estamos solos y papá va a volver tarde- me dijo

-Genial- le dije levantándome de la silla y agarrándole la mano para que haga lo mismo
-Amor, ¿No vas a terminar el desayuno?- me preguntó ya cerca de mi.

-El desayuno puede esperar- le dije y la besé


Cuenta Lali:

Me empezó a besar y a acariciar la espalda por encima de la remera. Le rodié el cuello con los brazos y me dejé llevar. Se despegó unos segundos de mi y subimos a la habitación. Nuestros labios se volvieron a unir subiendo nuestra temperatura. De a poco nos fuimos desvistiendo hasta terminar desnudos sobre la cama. Nos amamos locamente y con pasión. Terminamos dormidos y abrazados.


Cuenta Peter:

El sol que entraba por la ventana me daba en la cara y me despertó. Giré mi cabeza para verla. Se encontraba dormida tiernamente y con una mano apoyada en mi pecho. Imposible describir con palabras lo que amaba a esta mujer. Le pasé una mano por su mejilla y la acaricié. De pronto abrió los ojos y los cerró con fuerza al pegarle el sol en la cara. Volvió a abrirlos y me miró.

-¿Qué hora es? – se interesó

-Las doce del mediodía- le respondí

-Ay no- me dijo y se tapó la cara con las manos

-¿Qué pasó?- le pregunté sacándole las manos de la cara

-Que a la una había quedado que iba a ir a la escuela de canto y me olvidé – me dijo

-¿Cantas?- le pregunté sorprendido

-Sí, es una de las cosas que no sabes de mi- me dijo

-Ves que me ocultas cosas- le reproché- ¿Qué más no sé?

-Ay, no te oculto nada, amor- me dijo y me besó- Solo lo de que canto, que nunca salió el tema.

-Bueno basta de hablar y cambiate que vamos- le dije- Todavía hay tiempo.

-Pero quedó el desayuno ahí, tenemos que almorzar y te vas a aburrir- me dijo sin moverse

-Lo del desayuno y el almuerzo después lo vemos. Y no me voy a aburrir, quiero acompañarte- le dije- Dale, movete de ahí y cambiate.


Cuenta Lali:

Si había algo que había extrañado mientras estaba en Buenos Aires, eran las clases de canto. Los cuatro años que viví acá, ese era uno de mis lugares preferidos. Y es que cantar es algo que me llena. Ya estábamos en la puerta del lugar, le sonreí a Peter y entramos. La profesora se acercó a saludarme y me dijo que estaban haciendo audiciones y que tenía que esperar mi turno. Peter observaba todo como si nunca hubiese estado en un lugar similar. De repente me avisan que es mi turno, lo miro a Peter y voy al escenario. Él se quedó parado en un costado, y yo empecé a cantar.

Cuenta Peter:

La miraba y no podía creer lo bien que cantaba. ¿Cómo no había descubierto esa voz antes? Le brillaban los ojos y se notaba que amaba hacerlo. Terminó de cantar y todos aplaudimos. Ella se bajó del escenario, dejando subir a otra. Cuando terminaron de cantar todas, la profesora les dijo que tenían una reunión.

-Te espero afuera, voy a caminar un rato- le dije en el oído al acercarme.

Asintió con la cabeza concentrada en lo otro, y yo me fui. Caminé un rato y me acordé que tenía el celular en el bolsillo y apagado. Lo encendí y me encontré con varias llamadas perdidas y mensajes. Las primeras claramente eran de mi mamá, y los mensajes de los chicos. Los empecé a leer, tenía de Nico, Agus, Cande, Euge…seguí mirando y encontré uno de mi entrenador de rugby. Me quedé asombrado al leerlo. Me habían seleccionado para jugar dos meses en España, no lo podía creer. De repente vi salir a Lali del lugar y me acerqué.


Cuenta Lali:

Tenía una alegría indescriptible. Me habían elegido para cantar en un teatro y hacer una gira por dos meses.

-Te tengo que decir algo que te morís- le dije- Pará, ¿Vos por qué tenes esa sonrisa? –agregué al verlo

-¡Me eligieron para jugar en un equipo de rugby de España por dos meses!- me contó emocionado- ¿No es genial?

-Sí, es genial- le dije sin emoción, pensativa- ¿Cuándo sería?

-En diciembre me iría- me dijo aún emocionado- No estás tan contenta vos- agregó al darse cuenta de mi cara

-Sí, amor. Me pone re feliz la noticia- le dije simulando con una sonrisa- Te felicito.

-Es genial, y es vacaciones así que te podrías venir conmigo- me dijo- Va, si queres.

-Si, es buena la idea- le dije no muy convencida

-¿Vos que me tenías que decir? – me preguntó acordándose

-No, nada importante- mentí- Ya me olvidé.


Lo veía tan feliz y contento que no podía decirle lo mío. Si lo de mi gira fuera en su mismo momento no habría problema, porque estaríamos los dos en lo suyo y después nos reencontraríamos. Al fin y al cabo serían tan solo dos meses separados. Pero lo de mi gira eran dos meses antes, y ya serían cuatro meses separados. Si le contaba ahora no le iba a gustar nada. ¿Y para qué le iba a arruinar esa sonrisa? Para contarle había tiempo.

-¿Vamos a almorzar?- me preguntó de repente y me hizo volver de mis pensamientos- Tengo un hambre que me muero.

-Si, volvamos a casa que encima hay que acomodar lo del desayuno- le dije empezando a caminar. 



Importante! Para las que se volvieron a enganchar ahora, les cuento que volví y subí el capítulo 52 y 53. Y bueno, ahora el 54. Vuelvo a pedir perdón por desaparecer. Como verán, estoy intentando subir seguido. Hago lo que puedo porque también se me complica con la facultad, pero la idea es subirles lo más rápido que puedo. Gracias por leer y también gracias por las que comentan o por acá o por donde sea. ¡Hasta el próximo capítulo!



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2 comentarios:

  1. Se me había cerrado la pestaña del blog en Safari y me había olvidado tu tw, por suerte tienes como nombre tu ex usuario y te encontré!
    Gracias por volver, ya extrañaba esta nove

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  2. noooo, no pueden ser ultimos capitulos, porfa porfaaaaaaaa
    @manutobalina

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